Sin embargo el evento histórico al cual me gustaría enfocarme hoy es al vigesimoséptimo aniversario del mayor accidente nuclear de la historia hasta el 11 de marzo del 2011, cuando fue prácticamente igualado por el accidente nuclear de Fukushima I.
¿A qué accidente me refiero? Me refiero al desastre de la central nuclear de Chernóbil, Ucrania, el cual también es considerado como uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. materiales radiactivos y tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de 116 000 personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa.
Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600,000 personas y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear, que aún sigue vigente. Los trabajos de contención sobre el reactor afectado evitaron una segunda explosión de consecuencias dramáticas que podría haber dejado inhabitable a toda Europa. Inmediatamente después del accidente se construyó un "sarcófago", para aislar el interior del exterior.
Con el paso del tiempo, el sarcófago construido en torno al reactor 4 justo después del accidente se ha ido degradando por el efecto de la radiación, el calor y la corrosión generada por los materiales contenidos, hasta el punto de existir un grave riesgo de derrumbe de la estructura, lo que podría tener consecuencias dramáticas para la población y el ambiente.
El coste de construir una protección permanente que reduzca el riesgo de contaminación cumpliendo todas las normas de contención de seguridad fue calculado en 1998 en 768 millones de euros. Ucrania, incapaz de obtener esa financiación en el escaso tiempo disponible, solicitó ayuda internacional. Varias conferencias internacionales han reunido desde entonces los fondos necesarios, a pesar de que el presupuesto ha ido aumentando sensiblemente por culpa de la inflación.
En 2004 los donantes habían depositado más de 700 millones de euros para su construcción, y desde 2005 se llevaron a cabo los trabajos preparativos para la construcción de un sarcófago nuevo. El 23 de septiembre de 2007, el gobierno de Ucrania firmó un contrato con el consorcio francés NOVARKA para su construcción, la cual comenzó finalmente en abril de 2012 y cuya finalización está prevista para el verano de 2015. Se prevé que la construcción de este sarcófago en forma de arca permita evitar los problemas de escape de materiales radiactivos desde Chernóbil durante al menos cien años. La firma francesa Novarka construirá una gigantesca estructura de acero con forma de arco ovalado de 190 metros de alto y 200 metros de ancho. Cubrirá por completo la actual estructura del reactor y el combustible así como los materiales de residuos radiactivos que desataron la tragedia en 1986. Y es que el reactor accidentado aún conserva el 95% de su material radiactivo original, y la exposición a las duras condiciones meteorológicas de la zona amenazan con nuevas fugas.
Antes de construir el nuevo sarcófago habrá que extraer el reactor 3 y el combustible que aún contiene. Ucrania ha firmado otro contrato con la empresa estadounidense Holtec para construir un gran almacén que haga las funciones de vertedero donde guardar los residuos nucleares generados, para ello se está construyendo en la propia central un centro de almacenamiento de residuos de alta actividad.
En febrero del año 2013, y debido al peso de la nieve, parte del techo de la estructura cayó sobre la sección de turbinas.
A pesar de la alta concentración de radioactividad, dentro del reactor ha surgido una especie de hongo llamado hongo radiotrófico. Descubiertos principalmente en forma de manchas negras de moho, estos hongos parecen utilizar el pigmento de la melanina para convertir la radiación gamma en energía de la que alimentarse. En otras palabras, el hongo "se come" la radiación utilizando un sistema muy similar al de la fotosíntesis que poseen las plantas para utilizar la luz como fuente de alimento.
Si aún no te ha sorprendido esta maravilla de la naturaleza, entérate de esto, científicos han comenzado a estudiar la comestibilidad de estos hongos, si, existe la posibilidad de que nos sirvan de comida, y probablemente se los comiencen a dar a los astronautas ya que los hongos se alimentarían de la radiación espacial y a su vez los astronautas, de los hongos.