La Basílica papal de San Pedro, conocida comúnmente como Basílica de San Pedro, es un templo católico situado en la Ciudad del Vaticano. La basílica cuenta con el mayor espacio interior de una iglesia cristiana en el mundo, presenta 193 m de longitud, 44.5 m de altura, y abarca una superficie de 2.3 hectáreas. La altura que le confiere su cúpula hace que su figura domine el horizonte de Roma. Es considerada como uno de los lugares más sagrados del catolicismo. Se ha descrito como "ocupante de una posición única en el mundo cristiano", y como "la más grande de todas las iglesias de la cristiandad". Es una de las cuatro basílicas mayores.
En el sitio de la basílica han existido iglesias desde el siglo IV. La construcción del actual edificio, sobre la antigua basílica constantiniana, comenzó el 18 de abril de 1506, por orden del papa Julio II, y finalizó el 18 de noviembre de 1626. En ella trabajaron algunos de los arquitectos más renombrados de la historia, como Donato Bramante, Miguel Ángel o Bernini. A pesar de la creencia popular, San Pedro no es una catedral, ya que la Archibasílica de San Juan de Letrán es la verdadera catedral de Roma.