Para poder entender el primer día de acción de gracias, debemos retroceder un año más, al 11 de noviembre de 1620, cuando los peregrinos llegaron a América huyendo de las persecusiones religiosas a las que eran sometidos. Como es de entenderse en noviembre, el invierno ya había comenzado y no quedaba tiempo para sembrar y mucho menos cosechar. Ese año el invierno fue uno implacable y no hubieran sobrevivido si los nativos de la tribu Wampanoag no los hubieran asistido.
En la primavera, los Wampanoag le ayudaron a sembrar y les ensañaron a pescar, para comenzar su nueva vida, y en noviembre del 1621, organizaron una fiesta para agradecer por haber sobrevivido el invierno anterior, la cosecha del presente año y la compañía de sus amigos Wampanoag.