Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1962, cuando en Australia nació un ecologista que más adelante se convertiría en el cazador de cocodrilos, Stephen Robert Irwin.
Nació en el suburbio melburniano de Essedon, en el estado de Victoria, Australia, Steve Irwin se trasladó cuando era niño a Queensland con sus padres, que dirigían el pequeño zoológico Queensland Reptile and Fauna Park donde creció rodeado de cocodrilos y otros reptiles. Allí conoció a Wes Mannion quien sería su mejor amigo.
En 1991, Irwin comenzó a dirigir el zoológico de sus padres, ya renombrado como "Australia Zoo", donde conoció a su futura esposa Terri Raines. En 1992 se casan. El material rodado por John Stainton durante su luna de miel se convirtió en el primer episodio de la serie The Crocodile Hunter, serie que consiguió un gran éxito en Estados Unidos.
Irwin era multifacético y coordinaba las actividades del zoológico, las series de televisión, la fundación Steve Irwin Conservation Foundation y la organización International Crocodile Rescue.
En el 2002 se emitió su primera película The Crocodile Hunter: Collision Course. En general, el film recibió críticas negativas, aunque causó gran expectación entre los fans de Irwin.
En el 2003 el canal de televisión Animal Planet emitió un capítulo especial de la serie The Crocodile Hunter titulado "Crocodiles & Controversy", en el que Irwin daba su punto de vista sobre varios incidentes que que estubo involucrado.
Irwin también protagonizó otras series documentales del canal Animal Planet, tales como The Croc Files y The Crocodile Hunter Diaries.
Animal Planet finalizó The Crocodile Hunter con una serie final titulada "Steve's Last Adventure". El último documental del cazador de cocodrilos mostraba durante tres horas un viaje de Irwin alrededor del mundo, donde visitaba lugares como los Himalayas, el río Yangtze y Borneo.
Steve Irwin murió mientras filmaba un documental bajo el mar en Queensland, Australia. "Él se puso sobre una raya látigo y la cola de ésta subió y se incrustó en su pecho y le hizo un agujero en el corazón", dijo su productor John Staiton, quien está claro que Steve sabía el riesgo de su profesión. Varias veces indicó a su familia que si algo malo le sucedía ante las cámaras o incluso si moría, se mostrase el vídeo al mundo, sin censura alguna. Así lo expresó Steve: "mi regla número uno es que la cámara siga grabando. Aún si está temblorosa la imagen o ligeramente fuera de foco. No renuncio. Aún si un enorme cocodrilo está mordiéndome, quiero llegar hasta el final, incluso hasta morir. Esa sería mi máxima aspiración".
Su muerte causó gran conmoción en el mundo. 5,000 personas asistieron a un acto recordatorio en el Zoológico de Australia, en Beerwah; otros 300 millones de personas lo vieron a través de la televisión.