El 27 de junio de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Vito Dumas, partió para su mayor hazaña, la vuelta al mundo en solitario. Regresó durante la mañana del domingo 7 de septiembre de 1943, 437 días de los cuales 274 fueron navegando, luego de haber recorrido 20,420 millas náuticas, que son 23499 millas, a través de tres océanos. Recibió el nombre de "Los cuarenta bramadores" por el itinerario cercano al paralelo de 40º sur, zona de fuertes vientos y frecuentes tormentas, denominada, también "la ruta imposible".
Este objetivo se logró gracias a que en 1934 Dumas había hecho construir un barco al que bautizó "Lehg II" en los astilleros Parodi en Tigre. En 1937, probando este barco, puso proa a Río de Janeiro, y un viento de casi 140 km por hora le rompió el velamen y le hizo dar una vuelta en campana. Pese a todo, recobró su posición normal y siguió navegando. Luego de este viaje decidió desprenderse de este barco vendiéndoselo al doctor Rafael Gamba. Pero años luego le surgió la idea de dar la vuelta al mundo y entonces se lo compró a Gamba.
Como estaba en pleno apogeo la Segunda Guerra Mundial, tuvo que asegurarse proveerse al máximo, pues las ventas en los distintos países podían llegar a estar fraccionadas y restringidas. Solo contaba con diez libras esterlinas que le prestó un amigo para viajar: "Total para qué quiero dinero, si en navegación no voy a gastar", se justificó risueñamente. Así que calculó provisiones para un año.
Luego de un año y treinta y seis días, por la temible ruta de los "cuarenta bramadores" y de tocar los puertos de Ciudad del Cabo, Wellington, Valparaíso y Mar del Plata atravesando el peligroso Cabo de Hornos, arribó el 8 de agosto de 1943 a Buenos Aires, donde la gente lo recibió con buen afecto.