Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1907, cuando el coronel británico Robert Baden-Powell fundó la organización de los "boys scouts" en el campamento juvenil de la isla de Brownsea, en el condado de Dorset en Reino Unido.
En 1901, tras la liberación de Mafeking, Baden-Powell fue promovido a mayor General por la Reina. Como héroe de adultos y jóvenes que había regresado de África a Inglaterra, se encontró con la sorpresa que su popularidad personal se había extendido gracias a su libro "Aids to Scouting" o Ayudas para el Escultismo, destinado al ejército, y que estaba siendo usado como libro de texto en las escuelas para muchachos.
Dado que un libro destinado a adultos había atraído a jóvenes, se puso a trabajar recopilando sus experiencias en la India y en África entre los zulúes y otras tribus, con el fin de escribir un libro dirigido directamente a la juventud británica. Recopiló textos que le permitieron estudiar acerca de la educación de jóvenes a través de la historia.
También es relevante la influencia de Ernest Thompson Seton y su trabajo con los Woodcraft Indians, una organización juvenil basada en las tradiciones indígenes de Norteamérica y en el llamado Arte de los Bosques. Baden-Powell mantuvo contacto epistolar con Seton, solicitándole autorización para utilizar algunas de sus ideas en la nueva organización inglesa para jóvenes.
Del 1 al 9 de agosto de 1907, se realizó el primer campamento Scout, en la isla de Brownsea en la Bahía de Poole, Dorset.
Escogió a 20 muchachos de entre 12 y 17 años, algunos eran hijos de militares británicos, organizándolos en cuatro patrullas denominadas "lobos", "toros", "chorlitos" y "cuervos", entregándoles, como distintivo, una cinta azul, verde, amarilla y roja respectivamente.
El itinerario general era levantarse temprano, al sonido del cuerno de Kudu, que era un trofeo de guerra de Baden-Powell tomado del jefe matabel Siginyamatsche,
practicar ejercicio físico, cocinar la propia comida, recorrer la naturaleza para observar animales y pájaros, hacer grandes juegos, levantar rústicas construcciones, aprender nudos y amarres. Por las noches, todos compartían experiencias alrededor de una fogata, donde Baden-Powell contaba una historia en la que alguna técnica del escultismo le había servido, al día siguiente ejercitaban la técnica explicada durante la fogata.