viernes, 28 de marzo de 2014
Un día como hoy 28 de marzo
Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1844 cuando en España, la reina Isabel II creó por Real Decreto el cuerpo de la Guardia Civil.
Dado el grave problema de seguridad pública que existía en el ámbito rural de España tras finalizar la Primera Guerra Carlista contra el pretendiente Borbón, el primer gobierno tras las regencias, de Luis González Bravo, cuyo ministro de la Gobernación era el marqués de Peñaflorida, dispuso en el año 1844 que se creara una fuerza armada de doble dependencia, al estilo de la gendarmería europea, creándose ésta por decreto de seguridad pública de 26 de enero. En este sentido puede ser considerada sucesora de la antigua Santa Hermandad, disuelta poco antes, y que cumplió con funciones similares de 1476 a 1835.
El cuerpo de la Guardia Civil se constituyó a iniciativa y bajo el control del ministro de la Guerra Manuel de Mazarredo, mediante un Real Decreto de 28 de marzo de 1844. El 2 de mayo de ese mismo año el mariscal de campo Ramón María Narváez asumió el poder, retomó la idea, encargando su reorganización al de igual empleo Francisco Javier Girón y Ezpeleta Las Casas y Enrile, II duque de Ahumada y V marqués de Las Amarillas, quien entonces ostentaba el cargo de inspector general militar.
Fruto de ello vio la luz el 13 de mayo un nuevo decreto, el cual debe considerarse como el que verdaderamente dio nacimiento a la Guardia Civil. Conforme se detallaba en la norma fundacional, el nuevo cuerpo de naturaleza militar quedaba sujeto al Ministerio de la Guerra en lo concerniente a organización, personal, disciplina y percibo de haberes, y al de Gobernación en cuanto a servicio y movimientos.
La primera aparición pública de la Guardia Civil tuvo lugar el día 1 de septiembre de 1844, en las proximidades de la glorieta de Atocha (Madrid), y la formaban 1,500 hombres de Infantería y 370 de Caballería.
En presencia de todo el Gobierno, el presidente del Gabinete y también ministro de la Guerra, general Ramón María Narváez pasó revista ante el pueblo madrileño al contingente de guardias civiles. Ese mismo día, don Francisco Javier Girón y Ezpeleta de las Casas y Enrile dejaba de ser director de la Organización de la Guardia Civil y era nombrado inspector general del Cuerpo de la Guardia Civil. Es por lo tanto el primer director del Cuerpo.
El 9 de octubre de 1844 se aprobaba el Reglamento para el Servicio de la Guardia Civil, estableciendo las obligaciones y facultades de la Guardia Civil, su dependencia orgánica, vinculada en lo referido a su servicio peculiar al Ministerio de la Gobernación, y el objeto primordial de la Institución.
El Reglamento Militar de la Guardia Civil aprobado el 15 de octubre, es elaborado por el Ministerio de la Guerra bajo la égida del Duque de Ahumada y es por tanto más conforme con su doctrina y carácter. Determina la organización con arreglo a criterios castrenses, los ascensos, dependencia, obligaciones, disciplina y estatuto del personal del Cuerpo.
Para culminar el proceso faltaba una filosofía de servicio que sirviera de puente y aunara ambos reglamentos y que distinguiera a la Guardia Civil de los cuerpos policiales anteriores o paralelos. Surge así el 20 de diciembre de 1845, de la propia mano del Duque de Ahumada, un documento que constituye el auténtico código moral de la Institución: la «Cartilla del Guardia Civil» que sintetiza los reglamentos anteriores y que, con alguna modificación, compone el actual Reglamento para el Servicio de la Guardia Civil.
A lo largo de su articulado, la Cartilla establece la doctrina del Cuerpo; un código deontológico que pretende dotar al personal de un alto concepto moral, del sentido de la honradez y de la seriedad en el servicio y que está presidido por su artículo más famoso donde se lee: «el honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido, no se recobra jamás». Instituye la idea de la proporcionalidad de la respuesta de los agentes y crea la figura del Comandante de Puesto que tiene especial reflejo en la cartilla y que se convertirá en el mando más visible en el marco rural español.
El día 10 de octubre de 1844, la Guardia Civil apareció en las calles de Madrid, con motivo de la declaración de Isabel II como mayor de edad (14 años), realizando su primer servicio consistente en cubrir la carrera de la comitiva de la reina desde Palacio hasta las Cortes.
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