El caso individual era luego presentado ante una corte de oficiales nazis y a los oficiales de salud pública que revisaban sus historias médicas, tomaban testimonio a sus amigos y colegas y eventualmente decidían si ordenaban o no realizar una operación de esterilización al individuo, usando la fuerza si es que era necesario. Aunque no está explícito en la ley, 400 Bastardos de Renania (desendientes de alemanes y africanos) fueron también esterilizados a principios de 1937. Para el final de la Segunda Guerra Mundial, más de 400,000 individuos fueron esterilizados bajo el auspicio de la ley alemana, la mayoría de ellos durante los primeros cuatro años después de haber sido promulgada.
Cuando se trajo a colación el tema de las esterilizaciones forzosas en los Juicios de Núremberg después de la guerra, muchos nazis defendieron sus acciones indicando que había sido del mismo Estados Unidos el que les sirvió de inspiración ya que éste fue el primer país en emprender concertadamente programas de esterilización forzosa con propósitos eugenésicos. Los nazis tuvieron muchas otras políticas raciales inspiradas en la eugenesia, incluyendo su programa de "eutanasia" por el cual alrededor de 70,000 personas internadas en una institución o que padecían de defectos de nacimiento fueron asesinados.