Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1918 cuando cerca del río Somme al norte de Francia el piloto alemán de la Primera Guerra Mundial El Barón Rojo fue derribado y murió.
Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen fue un militar y aviador alemán; más conocido como el Barón Rojo (Der rote Baron), fue un piloto que consiguió derribar ochenta
aeroplanos enemigos durante la Primera Guerra Mundial antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme, en el norte de Francia.
Héroe de los alemanes y respetado por sus enemigos durante la Primera Guerra Mundial, permitía escapar a sus víctimas malheridas. Su unidad fue responsable del derribo de 151 aviones británicos, contra 66 de las propias, durante el mes de abril de 1917.
Por ello recibió la medalla Pour le Mérite.
Sus aviones, el caza biplano Albatros D.II y luego el triplano Fokker Dr.I, le permitían una amplia capacidad de maniobras y piruetas. Sin embargo, la mayoría de sus victorias en combates aéreos las consiguió en un avión tipo Albatros.
Según las fuentes oficiales, fue el capitán canadiense Roy Brown el que consiguió matar al piloto alemán, aunque nuevas investigaciones apuntan a que fue el soldado de infantería australiano William John "Snowy" Evans el que disparó desde tierra la bala del .303 que acabó con su vida. La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hígado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir. Según la opinión de los forenses, apenas contó con un minuto antes de perder la consciencia y solo un par de ellos en morir. Poco se sabe sobre el soldado Evans, aparte de que murió en 1925, y probablemente falleció sin imaginar que él podía ser el causante de la muerte del piloto más famoso de la historia. Roy Brown dejó escrito un libro sobre sus combates y detalló todo sobre el último vuelo del Barón.
Fue enterrado con todos los honores militares por los mismos británicos, quienes le rindieron tributo. Su ataúd fue llevado a hombros por seis miembros del escuadrón 209. En el momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, que se encuentra en el mismo lugar donde cayó, se puede leer su epitafio:
"Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz."
El Barón Rojo dejó un libro, escrito en 1917, durante su convalecencia por el disparo en la cabeza. Lo tituló El avión rojo de combate, donde afirmaba que combatía en la aviación buscando una consecuencia para su vida.