Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1879, cuando en la ciudad de Berlín, nacio el actor Max Schreck, reconocido internacionalmente por su papel protgónico como el Conde Orlock en la pelicula Nosferatu.
Fue un actor de teatro, trabajó en la compañía de Max Reinhardt, muchos de cuyos actores acabarían actuando en el cine. Debutó en la pantalla grande en 1920 con la película muda Der Richter von Zalamea, de Ludwig Berger, basada en la obra de teatro de Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea. En 1922 rodará Nosferatu y en 1923, Die Strasse de Karl Grune. Se sabe que su filmografía es más extensa, pero muchas de las películas en que participó se han perdido.
Estuvo casado con la actriz Fanny Normann. Schreck murió el 20 de febrero de 1936 después de un ataque al corazón.
Existe una leyenda acerca del actor debido a la supuesta falta de información sobre su vida se une a la leyenda negra surgida alrededor del inquietante personaje que representa en la película, el Conde Orlok, un álter ego del Conde Drácula. El mito dice que el actor realmente era un vampiro, y que el director F.W. Murnau le pagó para que en la escena final de la película mordiera el cuello de la protagonista.
Esta leyenda sirvió de base a la película La sombra del vampiro de E. Elias Merhige (2000), que narra el rodaje de Nosferatu, estelarizada por John Malkovich y Willem Dafoe. Dafoe fue nominado al Oscar por Mejor Actor de Reparto por encarnar a Schreck.
Otro rumor sugiere que Schreck (que significa «miedo» en alemán) es en realidad un seudónimo de Alfred Abel, actor de cierto prestigio que actuó, entre otras, en las obras maestras de Fritz Lang El doctor Mabuse, de 1922 y Metropolis, de 1927.
Tales leyendas son, por supuesto, inverosímiles. No es cierto en absoluto que no se disponga de información suficiente sobre la vida de Max Schreck. La monumental biografía de Stefan Eickhoff (Max Schreck. Gespenstertheater, Belleville, 2009) aporta una cantidad ingente de datos sobre la dilatadísima carrera teatral y cinematográfica del actor berlinés.
En Batman vuelve, de 1992, Tim Burton le hace un velado homenaje, ya que el malvado que interpreta Christopher Walken se llama Max Schreck.