El cónclave se realizó desde el 25 de agosto al 26 de agosto, en la Capilla Sixtina del Vaticano. El primer día los cardenales celebraron una misa en la Basílica de San Pedro. Seis horas más tarde, los cardenales iniciaron su procesión a la Capilla Sixtina, mientras el coro de la capilla cantaba el himno "Veni Creator Spiritus". El arzobispo Virgilio Noé, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, dio la tradicional orden "Extra omnes!" (¡Fuera todos!), las puertas de cerraron, y el cónclave comenzó.
El ambiente de optimismo y cercanía establecido por Juan Pablo I nunca llegaría a avanzar por la brevedad de su pontificado. Fue encontrado muerto en su cama poco antes del amanecer del 29 de septiembre de 1978, 33 días después de su elección. Según las fuentes oficiales, el papa, de 65 años, murió de un infarto. Se ha dicho que el Vaticano ocultó algunos aspectos sobre el descubrimiento del cadáver para evitar dar detalles indecentes en el hecho de que fue descubierto por la Hermana Vincenza, una monja. Como es costumbre tras la muerte de un papa, no se realizó autopsia. Aunque esto, junto con declaraciones contradictorias realizadas tras la muerte del papa, han dado lugar a una serie de teorías conspirativas en torno a ella. Estas declaraciones se refieren a quién encontró el cadáver y dónde, a qué hora y qué papeles tenía en la mano. El Vaticano todavía no ha investigado estos aspectos.
Juan Pablo I fue el primer papa nacido en el Siglo XX y el último en morir en dicho siglo. Su corto pontificado llevó al año 1978 a ser conocido como el año de los tres papas, ya que durante ese año hubo precisamente tres papas, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, algo que no ocurría desde 1605.