Hoy, mis apreciados lectores, nos remontaremos al 1949, cuando Luis Muñoz Marín se convirtió en el primer gobernados de Puerto Rico, elegido democráticamente.
Durante su período gubernatorial de (1948-1964), se impulsó un desarrolló en el área industrial, económica, social y política del país. Luego se establecieron para Muñoz tres grandes proyectos los cuales desarrollá durante este período: la Operación Manos a la Obra, la Operación Estado Libre Asociado y la Operación Serenidad.
Un ambicioso proyecto de industrialización conocido como el proyecto "Manos a la Obra", junto a una efectiva reforma agraria enfocada en la industria azucarera, ayudó a mover la economía de la isla. El proyecto permitía a compañías norteamericanas construir nuevas industrias en la isla y recibir subsidios económicos y exenciones de impuestos. Esto atrajo grandemente a las industrias extranjeras que comenzaron a mover la economía y proveerle empleos a los puertorriqueños.
El proyecto aceleró el cambio de economía agrícola a una economía industrial. Hoy la Industria azucarera no desempeña un papel vital en la economía. A su vez, las industrias de textiles y farmeceúticas se apoderaron de la economía puertorriqueña.
Muñoz también lanzó el proyecto "Operación Serenidad", que se enfocaba en promoveer las artes y la educación. Bajo este proyecto se formuló traer un evento de alta cultura. En esta gestión se invitó a Pablo Casals a visitar Puerto Rico y establecer un festival de música clásica de impacto internacional. A su vez, crear un Conservatorio de Música para desarrollar músicos locales capaces de ir sosteniendo el festival que se ha conocido hasta el momento como el Festival Casals.
Fue durante este período cuando se estrecharon las relaciones entre
varios países de América Latina y Puerto Rico. El gobernador Muñoz Marín
cultivó una gran amistad con varios líderes democráticos
latinoamericanos como el presidente de Costa Rica, José A. Figueres, el
presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, los presidentes de
Venezuela, Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt y el presidente de la
República Dominicana, Juan Bosch, entre otros. Fue Muñoz un verdadero
conocedor de la situación de América Latina; y por esta razón, varios
presidentes de los Estados Unidos le pedían asesoramiento sobre lo que
debe de ser la política de los Estados Unidos en América Latina.
En 1964, Muñoz decidió no postularse otra vez a la gobernación. En su lugar, el Secretario de Estado Roberto Sánchez Vilella se postuló y eventualmente ganó el puesto de Gobernador.