El proceso de Technicolor de tres colores fue introducido en 1932, y fue el llamado Proceso 4. Se basaba en un doble prisma. El primero de ellos descomponía la luz en magenta y verde, imprimiéndose una primera película para el verde. La luz magenta pasaba por un segundo prisma que la descomponía en rojo y azul, y cada color se imprimía en su correspondiente película. En el positivo, estos colores quedaban en cyan, magenta y amarillo. La combinación de los tres colores lograba reproducir todo el espectro de color, a diferencia de todos los procesos de dos colores anteriores, resultando en una imagen más natural.
Casi dos décadas después, los estudios empezaron a apartarse de Technicolor, al considerarlo demasiado caro, y demasiado lento en producir sus copias. El Padrino II se convirtió en la última película americana en usar el proceso tradicional, mientras que Suspiria de Dario Argento fue la última película europea en utilizarlo. En 1983, Eastman corrigió el defecto de conservación de su proceso, y ya sólo quedaron China y Hong Kong, que habían comprado la planta británica de Technicolor en 1978, usándola hasta su cierre definitivo en 1993.