El 22 de julio de 1342 los ríos Rin, Mosela, Danubio, Elba y sus tributarios inundaron las ciudades de Colonia, Maguncia, Fráncfort del Meno, Wurzburgo, Ratisbona, Passau y Viena, dejándolas seriamente dañadas. También hubo muchos daños en la región de Carintia y el norte de Italia. Se desconoce el número de víctimas, pero solo en el área del río Danubio murieron 6000 personas.
Durante los años subsiguientes hubi veranos fríos, lo que provocó la falta de alimentos en todo el continente. Seis años después se registró la Peste negra, que mataró a un tercio de la población de Europa.