Todo comenzó el 11 de junio de 1776, cuando el Congreso nombró un comité de delegados, representante de las 13 colonias británicas, a este grupo le llamaron el "Comité de los Cinco", y estaba formado por John Adams de Massachusetts, Benjamin Franklin de Pensilvania, Thomas Jefferson de Virginia, Robert R. Livingston de Nueva York y Roger Sherman de Connecticut. El propósito de ellos era el de redactar una declaración. La comisión, después de debatir las líneas generales que el documento debería seguir, decidió que Jefferson escribiría el primer borrador.
Teniendo en cuenta la apretada agenda del Congreso, Jefferson contó con tan solo 17 días para la redacción del documento. Una vez elaborado el borrador y consultados los demás miembros, se hicieron algunos cambios y se presentó otra copia incorporando estas enmiendas. El comité presentó esta copia al Congreso el 28 de junio de 1776. El título del documento era "Una declaración de los representantes de los Estados Unidos de América reunido en Congreso General".
Mientras se producía el trabajo del comité del proyecto el Congreso reanudaba el debate sobre la resolución de Lee sobre la independencia. John Dickinson hizo un último esfuerzo para retrasar la decisión, pero tras un discurso de John Adams, el Congreso aprobó la misma el 2 de julio. Doce de las trece delegaciones votaron a favor; la delegación de Nueva York se abstuvo, ya que no habían sido autorizados a votar por la independencia, aunque serían autorizados por el Congreso Provincial de Nueva York una semana después. Con la aprobación de la resolución de la independencia, las colonias habían roto oficialmente los vínculos políticos con Gran Bretaña.
Después de votar a favor de la resolución de independencia, el Congreso centró su atención en la comisión del proyecto de la declaración. Durante varios días de debate, el Congreso hizo algunas modificaciones en la redacción y suprimió casi una cuarta parte del texto remitido, en concreto se eliminó todo un pasaje crítico al comercio de esclavos. El 4 de julio de 1776 se aprobó la redacción de la Declaración de Independencia y se envió a la imprenta para su publicación.
En la firma, Benjamín Franklin es citado como habiendo respondido a un comentario de John Hancock que deben permanecer todos unidos: "Sí, tenemos que, de hecho, todos permanecer juntos o, casi con total certeza, todos vamos a colgar por separado", un juego de palabras que indica el hecho que, de no permanecer unidos y tener éxito, serían juzgados y ejecutados, de manera individual, por traición.