Hoy viajaremos al 1976, cuando en Argentina, ocurre un evento que se plasmó en la historia como La Noche de los Lápices.
La Noche de los Lápices fue una serie de diez secuestros y asesinatos de estudiantes de secundaria, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires.
Este suceso fue uno de los más significativos dentro de la represión impuesta por la última dictadura cívico-militar argentina, ya que los desaparecidos eran estudiantes, en su mayoría menores de edad, que fueron torturados antes de matarlos.
El caso tomó notoriedad pública en 1985, luego del testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, en el Juicio a las Juntas. Además Díaz participó de la creación del guion que llevó la historia al cine en 1986, en el film homónimo. Cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura.
Las víctimas fueron en su mayoría estudiantes de la Unión de Estudiantes Secundarios, rama estudiantil del peronismo revolucionario, de la ciudad de La Plata. Esta agrupación, junto a otras escuelas, habían reclamado en 1975, ante el Ministerio de Obras Públicas, el otorgamiento del boleto de autobús con descuento estudiantil secundario.
Esta circunstancia, junto al testimonio de uno de los sobrevivientes, Pablo Díaz, ha popularizado la hipótesis de que los secuestros hayan sido consecuencia directa de aquel reclamo, sin embargo, otros sobrevivientes, como Emilce Moler, afirman que ese reclamo específico no tuvo ninguna incidencia en el episodio del 16 de septiembre. Pablo Díaz afirmó que el boleto estudiantil, que habían conseguido los estudiantes secundarios en septiembre de 1975, fue suspendido en agosto de 1976 con la intención de detectar, mediante un trabajo de inteligencia, quiénes eran los líderes en cada escuela e ir a buscarlos. Al respecto, menciona un documento de la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires llamado La Noche de los Lápices, firmado por un comisario mayor Fernández.
El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y por la policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.
Según la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas,
la policía bonaerense había preparado un operativo de escarmiento para
los que habían participado de la campaña por el boleto estudiantil,
considerada por las Fuerzas Armadas como "subversión en las escuelas", y
que "los adolescentes secuestrados habrían sido eliminados después de
padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detención, entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5.
a, 8.
a y 9.
a de La Plata y 3.
a de Valentín Alsina, en Lanús, y el Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires".
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