miércoles, 1 de mayo de 2013

Un día como hoy 1 de mayo

Sabías que un día como hoy 1 de mayo, en el 1776, en Ingolstadt, Alemania, Adam Weishaupt fundó la Asociación de los perfectibilistas y que en el 1941 en Nueva York se estrenó la película Citizen Kane de Orson Welles.
 
Claro, ocurrieron muchísimos eventos importantes adicionales a lo largo de la historia, pero me parece que los aburriría si los mencionara todos en esta reseña, por lo que los iré mencionando en entradas subsiguientes. 

Hoy me enfocaré en la fundación de la Asociación de los perfectibilistas. Sé que no están familiarizados con este nombre, mas al continuar leyendo esta reseña, descubrirán que son mucho más reconocidos de lo que creen ya que su nombre cambió en varias ocasiones durante la historia.

El 1 de mayo de 1776, el profesor de derecho eclesiástico y filosofía práctica de la universidad de Ingolstadt, Baviera, Adam Weishaupt, fundó con dos alumnos suyos, una asociación llamada "Asociación de los perfectibilistas" con un trasfondo de clima intelectual universitario, prácticamente dominado por la Compañía de Jesús, también conocidos como jesuitas, la cual había sido fundada tres años antes. Como símbolo de tal organización fue elegido el mochuelo de Minerva, la diosa romana de la sabiduría.

Para ofrecer protección a los alumnos de las intrigas jesuíticas, pero sobre todo para proporcionarles acceso a literatura crítica eclesiástica contemporánea, fundó la "Asociación de sabiduría secreta", en cuyos comienzos no era más que un círculo de lectores anticlericales de un máximo de veinte miembros.

La orden tomó un primer impulso en 1778 cuando un antiguo alumno suyo y presidente del Palatinado Renano la reorganizó. Weishaupt propuso como nuevo nombre la Orden de las abejas, porque se imaginaba que los afiliados deberían recopilar el néctar de la sabiduría dirigidos por una abeja reina, pero al final se prefirió el nombre de Unión de los Iluminados y luego, Orden de los Iluminados.

Una siguiente reorganización sucedió en 1780 tras la adhesión del aristócrata bajo sajón Adolph von Knigge. En 1782 le proporcionó a la orden una estructura paramasónica, con Weishaupt y Knigge entre otros como directores sobre el llamado "Areópago". Con esta nueva distribución, consiguieron los Iluminados reclutar a muchos masones e infiltrarse en logias enteras.

El número de miembros aumentó rápidamente, sin embargo este éxito suponía a la vez el comienzo del final. Knigge amenazó epistolarmente con delatar sus secretos a los jesuitas y a los rosacrucianos. Reforzando la desconfianza y preocupaciones de Weishaupt. Ya que Knigge y Johann Christoph Bode
hubieran incorporado al príncipe Karl von Hessen-Kassel y a Ferdinand von Braunschweig, así como al duque Ernst von Sachsen-Gotha y Carl August von Sachsen-Weimar, todos ellos representantes de la autoridad absolutista y estas sospechas no estaban infundadas, pues Carl August y su consejero privado Goethe se habían afiliado con el único fin de investigar a la Orden.

El dos de marzo de 1785, bajo presión de Peter Frank, canciller barón de Kreittmayr, el barón rosacruciano de Törring y otros cortesanos, se promulgó un edicto adicional, que prohibía a los Iluminados y a los Francmasones, considerándolos altos traidores y enemigos de la religión. Mediante registros domiciliarios se confiscaron varios papeles de la orden que aportaron sucesivos indicios sobre la radicalidad de sus propósitos. Documentos encontrados en un mensajero difunto informaron sobre el nombre de un miembro. Ese mismo año el papa Pío VI aclaró en dos cartas al obispo de Freising, que la adhesión a la orden era incompatible con la fe católica.

A consecuencia de las prohibiciones se produjeron persecuciones a los miembros de la orden. Se llegó a registros domiciliarios y confiscaciones, algunos consejeros y oficiales perdieron el puesto, algunos miembros fueron desterrados, pero nadie resultó encarcelado. El mismo Weishaupt, resultó sospechoso, pero sólo huyó cuando tuvo que admitir la fe católica.

En abril de 1785 el conde Stolberg-Rossla declaró la orden oficialmente suspendida. Bode aprovechó la coyuntura para conservar la asociación con vida e intentó resucitarla con ayuda de la Iglesia minerval de Weimar y la Orden de los amigos invisibles, pero debió abandonarla en 1790 debido al clima estrictamente anti iluminista de los años revolucionarios. Los investigadores estaban generalmente de acuerdo, en que la desarticulación de la orden de los Iluminados fue completa.

El 16 de agosto de 1787 se promulgó un tercer y más estricto edicto de prohibición so pena de muerte, del reclutamiento de miembros para Masones e Iluminados. Continuaron también en los círculos autoritarios rumores de una supervivencia de los Iluminados.

Estas promulgaciones desataron una primera histeria anti iluminista, especialmente se sospechaba de las agitaciones de las asociaciones secretas ilustradas radicales. Una segunda ola, claramente más enérgica, sucedió durante la Revolución francesa, pues el miedo a los jacobinos, miembros del grupo político de la Revolución francesa, se fundió con el anterior a los Iluminados. En este estado anímico el ministro de estado bávaro, Maximilian von Montgelas, el cual había pertenecido a los iluminados, hizo prohibir todas las organizaciones secretas al llegar al poder en 1799 y otra vez en 1804.

Son muchas la especulaciones que rondan al rededor de la orden de los Iluminados de Baviera, pero en sus inicios, la orden de los Iluminados estaba comprometida con el modelo ilustrado. La meta era la mejora y el perfeccionamiento del mundo en el sentido de libertad, igualdad y fraternidad y la mejora y perfeccionamiento de sus miembros. Según Weishaupt el medio para alcanzar la libertad era principalmente la educación, pero no sólo la aportación externa de conocimientos, sino en primera línea la formación del corazón, la moralidad, que debería capacitar a los individuos para auto dominarse, y por lo tanto serían superficiales y sin mayor importancia otras formas de dominio como el despotismo de los príncipes absolutistas, pero también el despotismo espiritual ejercido por la Iglesia católica. Los modales de las viejas costumbres serían también condición y camino para una sociedad libre e igualitaria sin príncipes ni iglesia.

Cada miembro de la orden recibe al iniciarse un nombre secreto, o de guerra, que nunca era cristiano, o como mínimo, de origen ortodoxo. Estos nombres contribuían a la igualdad entre iluminados, ya que los dos primeros grados sólo se llamaban por los nombres de la orden, no podían saber unos de otros, quién era noble, quién burgués, quién profesor universitario, quién sólo camarero o estudiante. Aparte de esto, formaban parte de un rígido programa educativo, que la orden les imponía a sus miembros. Cada iluminado debía no sólo darle explicaciones a su tocayo espiritual, sino que también recibía de los superiores de la orden una cuota literaria mensual, en la que obras deísticas e ilustradas ocupaban un lugar principal y en grado creciente. Su evolución moral y espiritual debía además que hacerla constar en un diario llamado cuaderno Quibuslicet del latín quibus licet que significa a quién le está permitido leerlo. En caso de que estuvieran mal hechos o no contuvieran los avances previstos, respondía el mando de la orden con una carta de reproche.

Quienes apoyan las teorías conspirativas, citan como por ejemplo la presunta existencia de una serie de cartas escritas entre los años 1870 y 1871 que, alegadamente se conservarn en los archivos de la biblioteca del Museo Británico, entre un antiguo militar confederado llamado Albert Pike, quien era el único representante de la Confederación, y a la vez miembro activo del Ku Klux Klan, honrado con una estatua en Washington D.C. y el francmasón y carbonario Giuseppe Mazzini, un filósofo y político italiano que se esforzó por unificar los estados italianos y quien había sido seleccionado por los Iluminados para dirigir sus operaciones mundiales en 1834, sin embargo, el Museo Británico desmiente la existencia de dichas cartas.

No por último se les ha hecho responsable de la Revolución francesa. Esta grave sospecha fue formulada por primera vez en 1791 por el párroco francés Jacques Francois Lefranc. Su posterior difusión se la debe sin embargo a otros dos autores, que poco después compusieron extensas obras sobre los orígenes revolucionarios franceses, el ex jesuita francés Augustin Barruel y el erudito escocés John Robison. Ambos intentaron, con mutua independencia, demostrar que no desataron la revolución ni la permanente presión del tercer estado, ni la difusión de los ideales ilustrados, ni la mala cosecha del año previo ni tampoco la mala gestión de la crisis por el rey Luis XVI, sino que fueron los Iluminados.

Las teorías de conspiración fueron entre otras cosas alimento para algunos grupos ocultistas o teosóficos que intentaron estilizarse como supuestos Illuminati, "desaparecidos hacía siglos", el historiógrafo Leopold Engel fundó en 1896 por ejemplo la Unión mundial de los Iluminados, que actuaba a imitación de la orden de Weishaupt, pero ya en 1929 se había eliminado esta asociación del registro berlinés. También la Ordo templi orientis surgida en 1912 o los Iluminados de Thanateros, fundados en 1978, intentaron situarse en la línea tradicional de los iluminados bávaros, pero que no tenían nada que ver con el radicalismo ilustrado-racionalista de la orden de Weishaupt, Bodes y Knigges.

Hasta hoy circulan muchas teorías, según las cuales los Iluminados sobrevivieron a su prohibición y son responsables de numerosos fenómenos, considerados desagradables por los difusores de tales mitos.

Disfrutan de una especial popularidad las teorías conspirativas según las cuales habría influido el surgimiento de los Estados Unidos. Pero se las considera insostenibles en base a la sucesión de acontecimientos de las guerras emancipadoras norteamericanas comenzadas el año 1775, es decir, previas a la formación de la orden.

Como han podido apreciar, existen muchos mitos alrededor del nombre de Los Iluminados de Baviera, sin embargo, la gran mayoría de ellos se deben a la oposición eclesiástica ante la orden y a usurpadores del nombre de la misma, pero realmente ¿podemos decir que dejaron de existir?